Firma y ratificación del Acuerdo Climático de París: ¿Qué espera Chile?

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A picture taken on October 30, 2015 shows stickers of the COP21, in Paris, ahead of the Climate Change Conference 2015. The COP21, organized by the French government will run from November 30 to December 11, 2015. AFP PHOTO / DOMINIQUE FAGET (Photo credit should read DOMINIQUE FAGET/AFP/Getty Images)

El pasado 22 de abril en Nueva York, en el marco de la conmemoración del Día Mundial de la Tierra,...


El pasado 22 de abril en Nueva York, en el marco de la conmemoración del Día Mundial de la Tierra, fue la fecha elegida para realizar la ceremonia convocada por el secretario general de la ONU, en la que 174 Estados y la Unión Europea firmaron el Acuerdo de París bajo la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC), la cual había sido adoptada en diciembre pasado en la Conferencia de las Partes (COP-21), celebrada en la capital gala.

Esta rúbrica marca todo un récord, pues este acuerdo resulta ser el tratado internacional con más países firmantes en un solo día, superando a los 119 Estados que en 1982 suscribieron la Convención de la ONU sobre Derecho Marítimo.

Lamentablemente, Chile es uno de los escasos 20 Estados miembros que no firmaron el trascendental acuerdo. No obstante, la ausencia de la delegación nacional tuvo una explicación: la realización de los funerales de Estado del ex Presidente Aylwin, razón por la cual la Presidenta Bachelet y el canciller Muñoz no viajaron al evento global.

Recordemos que el Acuerdo de París entrará en vigor 30 días después de la fecha en la que al menos 55 Partes de la Convención –que sumen al menos el 55% del total de las emisiones de gases de efecto invernadero– hayan depositado sus instrumentos de ratificación, aceptación, aprobación o adhesión.

De hecho, en la misma ceremonia de firma en Nueva York, 15 países anunciaron la ratificación del acuerdo, en su mayoría pequeños Estados insulares y costeros, los más vulnerables ante el alza del nivel de los océanos y los efectos provocados por el cambio climático, y que acumulan apenas el 0,18% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero en el planeta.

A estos países se sumó, el 20 de junio, Noruega, y días antes, Francia, el primer país industrializado en ratificarlo. Sin contar el compromiso público que ya explicitó la Unión Europea y los dos firmantes que más contribuyen a la emisión de gases de efecto invernadero a nivel mundial: China y Estados Unidos.

De continuar este ‘efecto dominó’ de ratificaciones, el Acuerdo de París podría entrar en vigencia antes de lo previsto, el año 2017, en lugar del 2020, lo que obligaría a todos los países que hayan ratificado (55% del total) a cumplir anticipadamente con sus respectivas Contribuciones Nacionales (INDC, por sus siglas en inglés). Objetivos que, en el caso de Chile, son modestos y los cuales no serían obligatorios de cumplir mientras no se suscriba y ratifique el Acuerdo de París.

Cabe destacar que Chile tiene un plazo legal de un año para adherirse a este pacto internacional y que, si bien anunció su firma para septiembre próximo, nada asegura que ello vaya a ocurrir. Lo que cobra gran trascendencia, debido a que nuestro país ya se comprometió –para el año 2030– a reducir sus emisiones de CO2 por unidad de PIB en un 30% con respecto al nivel alcanzado en 2007.

Adicionalmente, y condicionado a la obtención de aportes monetarios internacionales y a un nivel de crecimiento económico, Chile debe al 2030 aumentar su reducción de emisiones de CO2 a entre 35% a 45% con respecto al nivel alcanzado en 2007.

Asimismo, los compromisos para el año 2030 sobre manejo sustentable y recuperación de 100 mil hectáreas de bosque, y la forestación de otras 100 mil hectáreas, en su mayoría con especies nativas, el Gobierno los condiciona a la aprobación de modificaciones de la Ley sobre Recuperación de Bosque Nativo y Fomento Forestal, y a la prórroga del Decreto Ley 701.

El tiempo corre y sobre la fecha en que Chile firmará, poco se sabe. Lo que se contrapone con la organización, de parte del Gobierno, de eventos internacionales de alto nivel sobre las implicancias del Acuerdo de París, como el realizado este 30 de junio, con la concurrencia de ministros de Medio Ambiente latinoamericanos y de la propia Presidenta de la República, quien precisamente abordó esta temática, pero sin referirse a que Chile no ha firmado el acuerdo.

Después de suscribir el acuerdo, este debe ser enviado al Congreso para su ratificación, para luego ser entregado a la secretaria de la Convención.

Por ello, desde Fundación Terram, consideramos que el Gobierno debe darle urgencia, pues por ahora Chile aún es un fantasma para el resto de naciones conscientes de los devastadores efectos del calentamiento global y el cambio climático. Nuestro país no puede esperar más para esta rúbrica. De no ser así, no podremos implementar los objetivos comprometidos para un bien superior, y una vez más seremos un país que va retrasado en sus compromisos internacionales.

Por Ricardo Bustamante, periodista de Fundación Terram.