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“Toda nuestra legislación cubre esto más allá que el Acuerdo de Escazú”, dijo esta mañana la ministra de Medio Ambiente, Carolina Schmidt, en Bonn, Alemania, en medio de las negociaciones climáticas que definirán los temas de la COP25. Fuente: El Desconcierto, 26 de junio de 2019.


La ministra de Medio Ambiente, Carolina Schmidt, tuvo una extensa jornada este miércoles en Bonn, Alemania, donde se realiza la Conferencia de Cambio Climático que terminará de definir los principales temas que los países deberán negociar en la COP25, que se realizará en diciembre en Santiago.

Un encuentro con organizaciones acreditadas ante Naciones Unidas, otro ante las delegaciones de los países y un tercero ante la prensa, marcaron su día. En todos, respondió las inquietudes respecto al cariz que le dará el gobierno de Chile a la principal cita planetaria sobre cambio climático.

Aquí presentamos las cincos definiciones que dio Schimdt, junto a las interrogantes de los asistentes a la cita en Bonn.

Rol estelar del sector privado

“Esta será la COP de la implementación. Debemos pasar de la negociación a la implementación y a la acción. La principal tarea de la COP25 será iniciar esta transición”, dijo al comienzo de su discurso ante los grupos negociadores de los países. “La primera prioridad será aumentar la ambición en tres áreas: Mitigación, adaptación y términos de implementación. Y si vamos a aumentar la ambición, tenemos que tener claro que necesitamos a diferentes actores en la mesa. Necesitamos que los privados lleguen, ellos son claves en innovar para aumentar la ambición climática”, continuó, asegurando que “la mayoría de las emisiones vienen de las compañías más grandes, ellos deben aumentar sus compromisos en ambición al igual que nosotros”.

En la misma línea, Schmidt le pidió a los países llegar a un acuerdo sobre los mercados de carbono, que será el principal tema de negociación de la COP25. Se trata del Artículo 6 del Acuerdo de París, el que quedó pendientes de las negociaciones en la última COP debido a las divergencias respecto a cómo se deben regular. De hecho, en el “libro de reglas” de Katowice, esa parte está en blanco.

Básicamente, consiste en un mecanismo que permitiría a los países intercambiar “bonos” de carbono mediante inversiones en energías renovables en otros países y cuantificar ese intercambio para sus acciones de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero. El tema continúa negociándose en Bonn y aborda todos los detalles técnicos: cómo medir, si se evitará o no el “doble conteo”, si debe haber ciertas “salvaguardas”, como respeto a los derechos humanos de las comunidades donde se realizan los proyectos, etc.

Este punto es de total interés de los privados y así mismo lo reconoció Schmidt hoy. El año pasado, en Katowice, un alto ejecutivo de Shell decía que la mano de su compañía estaba en la inclusión de este tema en el Acuerdo de París.

Consultada sobre un eventual conflicto de interés de las compañías de industrias fósiles que participen en COP25, Schmidt dijo que “acá no hay buenos y malos. Todos debemos trabajar juntos en cambiar y transformar nuestra forma de desarrollo para salvar nuestro planeta”.

La “COP Ciudadana”

Que esta sea una “COP de los ciudadanos” fue mencionado por la ministra en dos oportunidades el día de hoy: Como primera prioridad de la organización en su reunión con ONGs y como la última de su lista cuando habló ante las delegaciones.

El anuncio del gobierno se sostiene en una división que se realizará en el recinto que se levantará en Cerrillos para albergar la cita. Habrán dos zonas: una “Azul”, donde podrán entrar las delegaciones, sociedad civil acreditada ante Naciones Unidas y prensa. Es decir, los mismos que asisten a cada una de las conferencias de cambio climática.

La segunda será una zona “Verde”, abierta a la ciudadanía. “Hemos decidido incluir y responder a las demandas de los ciudadanos. La agenda de la sociedad civil es clave en este proceso. Este es el momento de actuar y momento de que la gente sea parte de la ambición”, aseguró Schimdt.

Pero fue Cristián Varela, CEO de la COP, quien profundizó en los detalles específicos. El espacio “abierto”, contará con stands de ONGs y privados para promover la participación de la comunidad. Para entrar, habrá otro sistema de acreditación, con entrega de información personal y máquinas de rayos X, al igual que en el azul. “Necesitamos un registro de quien entra y a qué hora”, dijo Varela, junto con confirmar que, si bien la gente de la zona Azul puede ir a la Verde, no funcionará al revés.

Mecanismos financieros claros

“Necesitamos herramientas financieras adecuadas, no podemos aumentar la ambición sin financiar la acción climática”, afirmó Schimdt.

Por eso, se invitará a todos los ministros de Economía y Hacienda de los países que participen, a través de la Coalición de Ministros de Finanzas para la Acción Climática, organismo en el que Chile ejerce la presidencia junto a Finlandia.

Ciencia no se negocia

Una de las polémicas en la conferencia de Bonn ha sido el Informe Especial del Panel Intergubernamental por el Cambio Climático (IPCC), que reúne a científicos de todo el mundo y elaboró un informe donde advierte de las consecuencias si el mundo supera los 1,5º de temperatura. El informe da cuenta de que para 2030 se debería bajar el 40% de las emisiones contaminantes para llegar a esa meta.

En la COP24, Estados Unidos, Rusia, Arabia Saudita y Kuwait bloquearon que dicho informe sea incluido como mecanismo en la Convención de Naciones Unidas para el Cambio Climático en Bonn. Y esta semana en Bonn ha continuado la discusión, sin mayores acuerdos hasta el momento.

La inclusión de este punto por parte de Chile es político: El país negocia en estas instancias con los países latinoamericanos y del Caribe, quienes han presionado con mayor fuerza que se acepte el informe y se incorpore a la Convención. Es la posición que ha estado en las antípodas de Estados Unidos y Arabia Saudita en Bonn.

“La ciencia no se negocia y tiene que ser un actor importante en la mesa. No solo para dar el diagnóstico, sino como parte de la solución”, dijo la ministra, junto con anunciar que en la COP25 habrá un evento especial para el nuevo informe del IPCC que saldrá antes de fin de año.

Océanos

La COP chilena se presenta internacionalmente como la “Blue COP” y el gobierno busca darle importancia a los océanos, que cumplen un rol de captura de carbono en la atmósfera, por lo que son claves en la lucha contra el cambio climático.

Ha habido muchas interrogantes respecto al tema, ya que estrictamente no hay negociaciones que lo aborden. Y la COP se trata de las negociaciones que se dan en el marco de la Convención de Naciones Unidas. Schmidt buscó disipar esas dudas hoy día: “No proponemos un nuevo tema en la agenda ni empezar una declaración sobre los océanos. Vamos a empezar diálogos dentro de la COP, para que las partes incorporen el tema en la Convención y lo incluyamos en nuestra acción climática”.

Schmidt también habló de Bosques y Seguridad Alimentaria como temas que deben ser parte de la agenda, aunque sin explayarse en detalle.

No hay Acuerdo de Escazú

Consultada en la conferencia de prensa acerca del Acuerdo de Escazú, uno de los temas que han revivido esta semana debido a que Chile se ha negado a firmarlo, la ministra de Medio Ambiente mantuvo el discurso de que está siendo estudiando.

“Chile tiene el compromiso de aumentar la participación ciudadana, el acceso a la información y la justicia ambiental. Toda nuestra legislación cubre esto más allá que el Acuerdo de Escazú”, aseguró Schmidt. Mencionó también la reforma al Sistema de Evaluación Ambiental como un ejemplo de que están “promoviendo la participación ciudadana, mientras seguimos analizando ese tratado”.