Rodrigo Herrera, vocero Mesa Ciudadana de Cambio Climático: “Queremos una Ley de Cambio Climático para Chile, pero una buena ley”

Organizaciones ciudadanas presentan indicaciones al proyecto de Ley Marco de Cambio Climático
4 enero, 2021
Comunidades de fe hacen sonar sus campanas por el cambio climático
10 marzo, 2021

En esta entrevista, el secretario ejecutivo de la agrupación que reúne a 15 organizaciones de la sociedad civil expone su visión de lo que fue el 2020 en materia climática nacional, explayándose en los avances que ha tenido el proyecto estrella del Gobierno chileno en materia ambiental: la Ley Marco de Cambio Climático.


El 2020 se cierra y los desafíos que nos deja en materia climática siguen siendo exigentes, y ahora más que nunca debido a la urgencia que propone la Emergencia Climática a la que nos enfrentamos como especie y a los retos que en sí misma propone la pandemia alrededor del mundo.

En esta entrevista, Rodrigo Herrera, ingeniero forestal de profesión, magíster en Gestión y Planificación Ambiental y Secretario Ejecutivo de la Mesa Ciudadana de Cambio Climático (Mesa CCC) reflexiona sobre algunos de los hitos climáticos que dejó el 2020 y profundiza en el trabajo realizado por esta agrupación en el período, en el que destacó la incidencia en el proyecto de Ley Marco de Cambio Climático, al que desde las organizaciones ingresaron 106 indicaciones, entre las que sugieren aumentar el financiamiento para la acción climática, incorporar medidas de adaptación y mecanismos efectivos para la participación ciudadana en todas las instancias del Estado.

– Durante el año, diversos países dieron a conocer cuáles serían sus esfuerzos para reducir las emisiones en la siguiente década. Así, China anunció su compromiso para la carbono neutralidad al 2060; la Unión Europea que espera reducir en 50% sus emisiones al 2030; y Chile que espera alcanzar su peak al 2025 para entonces comenzar a reducirlas. Según tu opinión, ¿son suficientes estos esfuerzos para el carácter de la Emergencia Climática?

No son suficientes. La crisis o emergencia climática mundial, instalada también en Chile, indica que aunque se logre que el incremento de temperatura no sobrepase los 1,5º, el impacto del calentamiento global es irreversible, irremediable y requiere de acciones absolutamente distintas a los actuales instrumentos de políticas y leyes. Hay que decir las cosas como son: los líderes o representantes políticos están fracasando en la lucha contra el calentamiento global. Se han realizado 25 reuniones internaciones en el marco de la Convención Marco de Naciones Unidas por el Cambio Climático desde 1994, y la evidencia científica indica que quedan 10 0 12 años para restablecer las emisiones de gases de efecto invernadero, y cumplir la “carbono neutralidad” para el 2050. La crisis climática, la pandemia del COVID19, y la vulnerabilidad mundial frente a próximas futuras crisis, tiene como común denominador un modelo de desarrollo altamente cuestionado, basado en la extracción de recursos naturales, en el consumo y en la falta de empatía con las generaciones futuras. Hay que entender que lo que está en juego es la sobrevivencia del planeta, y no podemos hipotecar el futuro de las futuras generaciones. Al parecer, esto no se entiende a cabalidad, y es por eso que mientras se seca el bosque esclerófilo en la zona central, continuamos plantando más y más especies forestales exóticas de rápido crecimiento para celulosa. Este paradigma habla del cambio urgente que requerimos en el modelo de desarrollo.

– A nivel nacional, ¿cuáles fueron los hitos más relevantes del año y que significaron un avance en la lucha contra el cambio climático?

Quizás el hito más relevante del 2020, fue la entrega de Chile de su Contribución Nacional Determinada ante la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC), en abril pasado. Si bien es cierto, se percibe un esfuerzo por avanzar en establecer una ruta a través de una Estrategia Climática de Largo plazo para cumplir con las metas propuestas, la verdad es que dudo de las políticas públicas que actualmente existen, o las que debiesen ser creadas, en ese ámbito. Esta duda no debe ser interpretada como un obstáculo, sino más bien como un dato de la realidad, pues en Chile tenemos pendientes muchos ámbitos de la institucionalidad ambiental, y para qué decir de la conservación y protección de elementos importantes de la naturaleza como el agua, el suelo, los bosques nativos, la biodiversidad, los océanos, o los glaciares. Por otro lado, es preocupante saber que la cantidad de recursos requeridos para enfrentar el cambio climático son gigantes, y la estrategia financiera del Ministerio de Hacienda no genera una base sólida de recursos disponibles. Un solo ejemplo, el presupuesto contemplado en el Proyecto de Ley de Cambio Climático es de tan sólo tres mil cuatrocientos catorce millones de pesos en régimen, que, en conjunto con el financiamiento internacional esperado, no son suficientes para cumplir todos los compromisos de Chile y enfrentar la emergencia climática. El Estado debe invertir y destinar más dinero, además de incentivos directos para financiar la acción climática.

Rodrigo Herrera representando a la Mesa Ciudadana de Cambio Climático en la COP25, Madrid 2019.

– En noviembre, la Contraloría publicó un informe en el que reveló las fallas del plan de adaptación al cambio climático para la silvicultura ¿Cuál fue la importancia de este informe? ¿Nos dice algo sobre la aplicación de las políticas climáticas nacionales o dirías que es una excepción?

Más que referirme al informe de la Contraloría que detectó una serie de problemas en la ejecución de 11 de las 21 medidas que contemplaba el Plan de Adaptación al cambio climático del sector Silvoagropecuario, o la defensa que realizó el Ministro de Agricultura diciendo que se habían logrado avances en las medidas y que en los cinco años de ejecución del plan el cumplimiento logrado fue de un 84%, lo importante es señalar que en términos de adaptación estamos al debe. En general, en Chile nos preocupamos mucho de la mitigación que es la reducción de gases de efectos invernadero, pero poco de la adaptación que son las acciones, medidas o procesos de ajuste al clima actual o proyectado, o a sus efectos sobre los sistemas humanos o naturales, con el fin de moderar o evitar los daños o aprovechar las oportunidades beneficiosas y reducir la vulnerabilidad.

Chile es un país extremadamente vulnerable a los efectos del cambio climático. Nuestro país, al igual que la región de Latinoamérica y el Caribe, sufren y sufrirán los embates del cambio climático, que se traduce en mayor frecuencia de eventos climáticos extremos tales como lluvias en intensas en cortos periodos de tiempo, aluviones, sequias, incendios forestales, huracanes, marejadas, entre otros. Esto pone un carácter de urgencia para que los gobiernos impulsen el desarrollo e implementación de acciones para afrontar de mejor manera la crisis climática, es decir, con menos daños para las poblaciones humanas y ecosistemas. En ese sentido, acciones como las Soluciones Basadas en la Naturaleza deben ser consideradas. En general, debemos indicar que el Proyecto de Ley que se está discutiendo en el Congreso Nacional, se focaliza en la mitigación sin integrar y considerar apropiadamente la adaptación, de hecho, no mencionaba explícitamente la adaptación en el objeto de la ley, y menos mal que esto fue debatido y corregido en la discusión legislativa que se está llevando a cabo.

La Mesa Ciudadana de Cambio Climático ha llevado un importante trabajo de incidencia en el proyecto de Ley de Cambio Climático. ¿En qué proceso se encuentra este proyecto ahora? ¿Qué falta para su aprobación?

El Proyecto de Ley que fija la Ley Marco de Cambio Climático (boletín n° 13.191-12) se encuentra en su primer trámite constitucional, en la Comisión de Medio Ambiente y Bienes Nacionales del Senado. Ingresó el 14 de enero de 2020 al Congreso Nacional, y después de un período de audiencias, el proyecto recibió 847 indicaciones, lo que indica lo complejo que será su tramitación.

Las organizaciones que conformamos la Mesa Ciudadana de Cambio Climático nos reunimos durante el año 2019 para realizar observaciones al anteproyecto de ley sobre cambio climático que el gobierno sometió a consulta pública. Adicionalmente, durante el 2020 nos reunimos en reiteradas oportunidades para revisar en conjunto el Proyecto de Ley que fija la Ley Marco de Cambio Climático (boletín N° 13.191-12), y elaboramos 106 indicaciones que fueron acogidas por una senadora y dos senadores de la República y estamos realizando seguimiento a Comisión de Medio Ambiente y Bienes Nacionales semana a semana. Queremos una Ley de Cambio Climático para Chile, pero una buena ley. Queremos una política pública que funcione y no que sea una ley que no cumpla su objetivo.

En la misma línea de la pregunta anterior, ¿cuáles son las materias que siguen pendientes de resolver en este proyecto que ha sido como “el caballo de batalla” ambiental del Gobierno?

Anteriormente expliqué la relevancia de la Adaptación y la necesidad de relevarla en el proyecto de Ley, pero también hay otras materias que requieren un debate profundo, como por ejemplo, la necesidad de fortalecer la participación ciudadana, considerando que no involucra a los pueblos originarios y solamente contempla una serie de “consultas ciudadanas”, mecanismos que según la perspectiva de las organizaciones de la Mesa CCC, nada tienen que ver con el real involucramiento e incidencia de los habitantes del país en la toma de decisiones, ya que estas tienen un carácter informativo o consultivo, que es irrelevante a la hora de la toma de decisiones. Por su parte, la negativa del Gobierno a firmar el Acuerdo de Escazú genera un ambiente de desconfianza respecto a los reales niveles de participación que podrían quedar establecidos en el proyecto de Ley.

La existencia de una meta que fije la carbono neutralidad al 2050 es un paso importante. Sin embargo, necesita una serie de mejoras como el fortalecimiento de la adaptación, incorporando soluciones basadas en la naturaleza, participación ciudadana, aumento de presupuestos, niveles de información y recursos que permitan financiar la acción climática. Para qué decir la bajada de iniciativas a nivel local: el proyecto margina a los municipios, lo cual nos parece un error, porque estos son clave en la implementación de medidas para la reducción de desastres. Además, concentra gran parte del trabajo de implementación de acciones contra el cambio climático en el Ministerio del Medio Ambiente, sin incluir al Ministerio de Ciencias, Tecnología, Conocimiento e Innovación en la coordinación de las decisiones y, por otro lado, con un excesivo involucramiento del Ministerio de Hacienda a nivel de toma de decisiones financieras.

– ¿Qué propone la Mesa Ciudadana de Cambio Climático para mejorar la participación de la sociedad civil chilena, en el marco de la Ley de Cambio climático?

Respecto al acceso a la información, conforme al Acuerdo de París, las Partes deberán cooperar en la adopción de las medidas que correspondan para mejorar la educación, la formación, la sensibilización y participación del público y el acceso público a la información sobre el cambio climático (Artículo 12). Por ello, es fundamental que este proyecto de ley garantice el derecho de acceso a la información en forma fácil y entendible para toda la población. A lo largo del articulado del proyecto de ley se mencionan múltiples sistemas en los que se dispondrá la información en materia de cambio climático. Esto genera la percepción es que la información se encuentra dispersa y de muy difícil acceso, pues no existe conocimiento anticipadamente a qué plataforma acceder. Se plantean dificultades para entender la información disponible, participar de los procesos e involucrarse en la implementación de las medidas. Proponemos que exista una plataforma única en la que se reúna y organice toda la información científica, técnica, política, regulatoria, nacional e internacional relacionada con cambio climático, independiente del Ministerio u organismo de donde provenga, garantizando así el derecho de acceso a esta información de manera fácil, entendible y democrática; como también una Gobernanza local del cambio climático y el rol de las Municipalidades, donde la ley debería ser un aporte en la descentralización y los Municipios, y debieran jugar un rol activo en la implementación de medidas, para lo cual deben contar con asignación presupuestaria.

– ¿Existen otras carencias en el proyecto mencionado sobre los cuales esta coalición le parezca de importancia prioritaria resolver?

El exceso de reglamentos (15) y funciones orientadas a paliar los efectos del cambio climático están concentradas en el Ministerio de Medio Ambiente, lo cual podría generar una traba al funcionamiento de esta futura Ley. Es por ello que desde la Mesa Ciudadana de Cambio Climático proponemos que se reúnan todos los reglamentos en un solo estatuto general, que regule los procedimientos de elaboración de los instrumentos de la ley. Esto permitiría su rápida implementación.

Además, nos parece que es necesario fortalecer el financiamiento de las acciones de cambio climático, y el financiamiento público y privado debe asegurarse mediante esta ley. Hoy Chile está apostando al financiamiento internacional como el Fondo Verde del Clima o el Fondo del Carbono, que, si bien son una tremenda ayuda, no alcanzarían para cubrir los gastos que implica.

Hay más temas que deben ser abordados y debatidos y, si bien es cierto requerimos urgente de una ley, es necesario desarrollar los mecanismos legislativos para discutir con tranquilidad y seriedad cada uno de los temas que están detrás de esta ley, porque ésta debería regir para los próximos veinte o treinta años, para que realmente cumpla su objetivo.

Te invitamos a revisar la exposición de Rodrigo Herrera en la Comisión de Medio Ambiente del Senado del 25 de junio de 2020 sobre el proyecto de Ley Marco de Cambio Climático ACÁ