Reporte SB 2021: ¿Qué pasó en las negociaciones internacionales sobre cambio climático?

Pocos avances en los temas de negociación más apremiantes; discusiones en torno a la transparencia no tan transparentes, e inconvenientes de conectividad que pusieron en evidencia, una vez más, las desigualdades existentes entre los distintos países, son algunas de las observaciones que nos cuenta este reporte de FARN. Revisa todos los detalles a continuación.

Luego de un año y medio de una pausa forzada por la pandemia de COVID-19, los Estados Parte de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático (CMNUCC) retomaron sus agendas y se reunieron durante mayo y junio para llevar a cabo las sesiones de los órganos subsidiarios de dicha Convención (SB, por su sigla en inglés) y reanudar así las conversaciones y negociaciones climáticas que habían dejado en la COP25 de Madrid, en diciembre de 2019. Pero esta vez, lo hicieron en formato virtual.

La falta de presencialidad generó numerosos inconvenientes para la participación tanto de personas delegadas como de aquellas que cumplen roles de observación. La conectividad resultó un desafío, así como también el sistema de alternancia de husos horarios que se adoptó a lo largo de las 3 semanas que duraron las reuniones, para que ciertas partes del mundo no tuvieran que negociar a la madrugada en todas las ocasiones, en pos de alcanzar la mayor equidad posible para todas las regiones.

Esta instancia de conversaciones no tuvo por objetivo la adopción de decisiones formales, justamente por las dificultades que expone la virtualidad, que podrían haber dejado excluido a algún país a la hora de decidir. Se buscó, en cambio, que las Partes intercambien opiniones e intenten avanzar sus posiciones respecto a diversos temas y, en particular, aquellos pendientes para poder finalizar el Libro de Reglas del Acuerdo de París.

Pocos avances en los temas de negociación más apremiantes; discusiones en torno a la transparencia no tan transparentes, e inconvenientes de conectividad que pusieron en evidencia, una vez más, las desigualdades existentes entre los distintos países. Esas son las sensaciones que dejó lo ocurrido estas últimas semanas. Aún así, y aunque todavía queda un largo camino por recorrer, fue una instancia importante para progresar hacia un resultado exitoso en la COP26 de Glasgow.

En el informe adjunto en este comunicado, FARN, que siguió de cerca las reuniones, presenta unas primeras reflexiones en torno a los principales temas en la agenda de la negociación.

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