¿Por cuánto tiempo podemos ignorar las pérdidas y daños?

El Mecanismo Internacional de Varsovia (WIM por sus siglas en inglés) fue creado para enfrentar los daños y pérdidas devastadoras en los países en desarrollo más vulnerables. A pesar de todo, 6 años después es claro que el mecanismo internacional se ha vuelto apenas un discurso con un mínimo de beneficios en práctica para los más vulnerables. Fuente: Boletín ECO, 3 de diciembre de 2019.

Cuando el tifón Idai arrasó con Mozambique, el WIM no fue implementado par las personas que estaban en la primera fila del desastre, o para las personas que mantenían los refugios de tormentas abiertos y los que luchaban contra las inundaciones para entregar suministros de auxilio para la gente. En vez, pocos miembros del Comité Ejecutivo y expertos técnicos estuvieron planificando su siguiente encuentro en Bonn para formular planes de trabajo y revisar artículos.

El evento de revisión de WIM el primero de diciembre demostró que los mecanismos emblemáticos actuales del UNFCCC sobre pérdidas y dalos no están completamente operativos y están lejos de cumplir con su propósito. En realidad, el evento confirmó que el WIM no está funcionando.

La revisión de Pérdidas y Daños en la COP25 es crítica para asegurar que podemos mejorar el WIM para que pueda responder a las necesidades de los impactos climáticos en la vida real y apoyar a los que son más afectados en los países vulnerables en desarrollo. En los próximos días de negociaciones está agendada la revisión de como el WIM se ha ejecutado desde su creación y se decidirá como puede ser mejorado y reforzado.

ECO reconoce el enfoque abierto e inclusivo que la Secretaría ha tenido para la revisión, y apreciamos que la ciudad civil y espectadores no solo fueron invitados a escuchar, pero también a participar en una plataforma igualitaria con las Partes presentes.

En una mirada positiva, países desarrollados y en desarrollo han acordado que las pérdidas y daños son más grandes que el WIM, y que el WIM es mucho más que solo el Comité Ejecutivo.

Desafortunadamente, la mayoría de discusiones de revisión se han enfocado en el comité ejecutivo y sus grupos de expertos, y no han considerado de como el WIM puede facilitar la acción en comunidades o como puede movilizar las necesidades financieras para apoyar a los más pobres y los más vulnerables para prevenir, minimizar y abordar las pérdidas y daños.

ECO escuchó que al principio y final de la reunión se hizo claro que el financiamiento, acción y soporte son las áreas más críticas para la mejora del WIM.

Intervenciones de las Partes y observadores pusieron énfasis en que el Comité Ejecutivo ha fallado en reconocer que las personas que están pagando el precio de la falta de acción son las que son las menos responsables por la causa de la crisis. La revisión debió dedicar más tiempo hablando sobre la disponibilidad (o la falta de tal) del financiamiento para hacer frente a las pérdidas y daños.

Los países en desarrollo, especialmente las comunidades que se encuentran en la primera fila de la lucha contra el cambio climático, ya están en mucho riesgo. Si no hay ningún avance bajo el WIM, es entendible que ellos mismos busquen alternativas para buscar compensación y justicia climática.

Vanuatu menciona que no le tienen miedo a la palabra “compensación” que ya está siendo utilizada, ya que la falta de acción del WIM sobre las pérdidas y daños los ha llevado a explorar otros caminos de justicia legal para financiamiento climático.

Es imperativo que en Madrid, las Partes tomen decisiones difíciles pero que son necesarias para fortalecer el WIM y fortalecer el régimen multilateral climático.

Esto incluye implementar una Instalación de Financiamiento para las Pérdidas y Daños bajo el WIM, organizar un grupo operativo para acción y apoyo bajo el Comité Ejecutivo, establecer un método de implementación para que el WIM sea utilizado a nivel nacional, y asegurarse que las pérdidas y daños tengan una agenda permanente dentro de la COP y la CMA. Pérdidas y daños son una manifestación del fracaso de las negociaciones climáticas y un reflejo lúgubre de la falta de acción global. ¿Por cuánto tiempo pueden los países más vulnerables tener esperanza, mientras esperamos que los países desarrollados vayan más allá que su retórica y empiecen a apoyar los países en desarrollo en sus esfuerzos para responder a la emergencia climática?

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