Desde la desinformación climática a la Conferencia del Clima de Bonn

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30 junio, 2025
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Un nuevo informe del Panel Internacional sobre el Entorno de la Información (IPIE), alertó sobre el impacto devastador de la desinformación climática. El estudio, basado en 300 investigaciones, reveló cómo las afirmaciones falsas, principalmente provenientes de la industria de los combustibles fósiles, políticos conservadores y ciertos gobiernos, están obstruyendo la lucha contra el cambio climático. Fuente: El Mostrador, 24 de junio de 2025.


El informe destaca cómo el negacionismo climático ha mutado en campañas para desacreditar soluciones viables, como las energías renovables, mostrando ejemplos como las falsedades relacionadas con el apagón masivo en España, que se atribuyó erróneamente a fuentes renovables.

Los investigadores subrayan que las narrativas falsas sobre el clima se amplifican –como se sabe– a través de trolls en las redes sociales. La situación se agrava con los ataques dirigidos a líderes políticos, funcionarios y agencias regulatorias, que buscan retrasar la adopción de medidas climáticas urgentes.

En este contexto, varios expertos han hecho llamados para criminalizar la difusión de desinformación climática, argumentando que las mentiras están transformando la crisis en una catástrofe global.

  • Presupuesto de carbono: un reciente estudio sobre el presupuesto de carbono disponible para limitar el calentamiento global a 1,5 °C reveló una conclusión esperada pero no menos alarmante: las emisiones actuales de CO2 están agotando rápidamente este presupuesto, que se estima en 130 gigatoneladas desde principios de 2025.

A este ritmo, el presupuesto se agotaría en solo tres años, mientras que aquellos para alcanzar 1,6 °C o 1,7 °C podrían superarse en nueve años. La investigación destaca que la actividad humana ha causado un calentamiento récord en 2024, con un aumento de 1,52 °C en la temperatura global, de los cuales 1,36 °C son atribuibles directamente a las emisiones humanas.

A pesar de los esfuerzos por mitigar los efectos del cambio climático, las emisiones de gases de efecto invernadero siguen en máximos históricos, lo que ha provocado cambios significativos en el sistema climático, como el aumento del nivel del mar y la intensificación de fenómenos meteorológicos extremos.

El estudio –basado en los datos más recientes de 60 científicos internacionales– señala que el calentamiento global es ahora casi el doble de rápido que en las décadas de los 70 y 80. Esto ha tenido graves consecuencias para los océanos, que han absorbido el 91% del exceso de calor generado por las emisiones, y para las zonas costeras, que enfrentan un aumento acelerado del nivel del mar.

Con el objetivo de limitar el calentamiento a 1,5 °C, los expertos enfatizan que las emisiones deben reducirse drásticamente en la próxima década. La ventana para cumplir con los objetivos del Acuerdo de París se está cerrando rápidamente y los próximos años serán cruciales para evitar un futuro climático aún más peligroso.

  • Olas de calor en el hemisferio norte. ¿Y cómo nos toca a nosotros este calentamiento? Por ahora no, que estamos en invierno. Pero en el norte del continente el calor está siendo tan abrasador que el pronóstico para nuestro hemisferio podría ser igual o peor, si al calor extremo se le suman los incendios forestales.

Mientras se desarrolla en EE.UU. el Mundial de Clubes (de fútbol), comentaristas y entrenadores a lo largo de estos días de campeonato se han quejado “de las olas de calor”, atribuyendo el hecho a que en esa parte del continente son frecuentes. Error, hace calor, sí, pero son inusuales para junio.

El domingo pasado, gran parte del noreste de Estados Unidos, desde Minnesota hasta Maine, estaba bajo una alerta de calor de entre 38 y 40 °C (100 y 105 °F). El clima extremo no solo afectó al fútbol sino también al béisbol y el golf.

Ante el calor extremo, autoridades locales, como el Departamento de Salud Pública de Filadelfia, declararon una emergencia por calor y ofrecieron refugios con aire acondicionado para los residentes, además de establecer líneas de atención médica para tratar afecciones relacionadas con las altas temperaturas.

  • Calor extremo modifica dinámica de enfermedades: no solo los humanos se ven afectados por el calor extremo, los organismos patógenos también. En un estudio, publicado por Nature climate change, científicos descubrieron que las olas de calor están modificando la dinámica de las enfermedades de forma impredecible, dando a los patógenos una ventaja.

Una investigación del Trinity College de Dublín reveló que las olas de calor pueden alterar de forma impredecible la cantidad y capacidad de los parásitos para causar enfermedades, dependiendo de factores como la intensidad, duración y momento del calor extremo en relación con la infección.

El estudio, realizado con pulgas de agua y su parásito intestinal, evidenció que los aumentos de temperatura no solo afectan la prevalencia y carga de infección, sino que lo hacen de manera distinta según el entorno térmico de base. Por ejemplo, ciertos escenarios de calor moderado impulsaron la propagación del parásito, mientras que golpes más extremos de calor redujeron su población drásticamente.

Estos hallazgos subrayan la complejidad de cómo el cambio climático impacta en las enfermedades infecciosas. Expertos en enfermedades tropicales han considerado que el estudio tiene implicaciones globales, especialmente en un mundo donde las crisis sanitarias como el COVID-19 demuestran la necesidad de anticiparse a las amenazas infecciosas bajo condiciones climáticas cada vez más extremas.

  • En Bonn, Alemania, la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático celebra actualmente la ronda anual de negociaciones entre sesiones, en la que participan diversos grupos técnicos subsidiarios. Este es el punto intermedio entre la COP29 del año pasado en Bakú, Azerbaiyán, y la próxima COP30 en Belém, Brasil, en noviembre.

Como está siendo cada más acostumbrado, la conferencia partió con pie forzado, especialmente en algunos temas clave, como la justicia climática y equidad en la distribución de responsabilidades.

Las propuestas de Bolivia, en representación de los países en desarrollo, generaron desacuerdos con los países desarrollados, lo que retrasó la agenda y complicó el progreso en la implementación de políticas de mitigación y adaptación. A medida que se acerca la COP30, la comunidad internacional enfrenta el desafío de superar estas barreras para garantizar una acción climática global efectiva y equitativa.

Pese a ello, la Conferencia del Clima de Bonn 2025 marcó un paso importante hacia la COP30 en Belém, Brasil, con avances clave en la financiación climática.

¿Qué se logró? Durante el encuentro, se acordó aumentar los fondos destinados a la lucha contra el cambio climático a 1,3 billones de dólares anuales para 2035, cifra que supera ampliamente la meta anterior de 300 mil millones.

Se progresó, además, en la implementación del artículo 9.1 del Acuerdo de París, que obliga a los países desarrollados a proporcionar recursos financieros a las naciones en desarrollo, para enfrentar los efectos del cambio climático. No obstante, las tensiones surgieron en torno a las medidas comerciales unilaterales, como el Mecanismo de Ajuste en Frontera por Carbono de la Unión Europea, que fue percibido como injusto por los países en desarrollo, retrasando el inicio de las negociaciones.

  • Como último dato les dejó que, mientras Brasil se prepara para ser anfitrión de la COP30 en Belém el año próximo, el gigante sudamericano enfrenta fuertes críticas por los controvertidos planes de perforar en busca de petróleo en el Bloque 59, cerca del ecológicamente sensible delta del Amazonas, y por una nueva legislación que debilitaría la supervisión ambiental de grandes proyectos.

Estas intenciones se dan en oposición al consenso científico del IPCC y la AIE, que dice que ningún nuevo proyecto de petróleo y gas es compatible con el objetivo de 1,5 °C. Desde esa perspectiva, flexibilizar las restricciones significa una señal errónea en un momento en que se necesita urgentemente la eliminación gradual de los combustibles fósiles.