Superricos de América Latina contaminan 250 veces más que la mitad más pobre: Oxfam

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Para no superar el umbral de 1,5°C, definido en el Acuerdo de París y evitar los peores efectos del cambio climático, el 0,1% más rico debería bajar sus emisiones en 99% para 2030. Fuente: Blomberg Línea, 29 de octubre de 2025.


E1 0,1% de los superricos de América Latina y el Caribe contamina mås de 250 veces que la mitad más pobre de la población, ampliando la brecha de desigualdad climática, de acuerdo a un nuevo informe de la ONG Oxfam divulgado este miércoles.

En el mundo, el 0,1% más rico produce más contaminación por carbono en un solo dia que alguien del 50% más pobre durante todo un año, de acuerdo al informe titulado «El saqueo climático: cómo una poderosa minoría está llevando al mundo al desastre».

Es fundamental reequilibrar las emisiones, a fin de ganar tiempo para llevar a cabo una transicion sostenible, y son las personas más ricas quienes tienen que reducir sus emisiones de manera más rápida y significativa. Oxfam.

Detalla que si todo el mundo emitiera como el 0,1% más rico, el presupuesto de carbono se agotaría en menos de tres semanas.

«En América Latina y el Caribe, la desigualdad climática se ha intensificado de forma alarmante. Desde 1990, las emisiones totales del 0,1% más rico han aumentado en un 160%», dijo Gloria Garcia-Parra, directora Regional de Oxfam para América Latina y el Caribe.

Para la directora de Oxfam, esto demuestra como los sectores más privilegiados concentran cada vez más la responsabilidad por la crisis climática que afecta desproporcionadamente a las comunidades a más vulnerables de la región».

En 2022, una persona del 0,1% más rico emitio un promedio de 151 toneladas de C02 en la región, mientras que alguien del 50% más pobre emitió solo 0,6 toneladas.

El informe de Oxfam se presenta previo a la conferencia internacional sobre el clima COP30 en Belém (Brasil), que se realizará del 10 al 21 de noviembre de 2025.

Inversiones generadoras de carbono

Oxfam dice que, en promedio, los superricos producen 1,9 millones de toneladas de C02 equivalente al año por medio de sus inversiones (volumen per cápita). «L os superricos no solo consumen carbono en exceso, sino que también invierten activamente en las empresas más contaminantes y se benefician
de ellas», indica Oxfam.

Solo las carteras de 308 multimillonarios producen más emisiones que 118 países juntos.

Las emisiones generadas por la cartera de inversiones de los más ricos (empresas de las que poseen al menos un 10%) ascen dieron a 586 millones de toneladas de CO2 equivalente en 2024.

«El sector bancario también contribuye significativamente a financiar la crisis climática: los 60 mayores bancos del mundo han comprometido US$7,9 millones con el sector de los combustibles fósiles en un periodo de ocho años, entre 2016 y 2023», dijo Oxfam.

Impactos de la contaminación de los superricos

De acuerdo al reporte, las emisiones del 1% más rico son suficientes para causar aproximadamente 1,3 millones de muertes relacionadas con el calor a finales de siglo.

Asimismo, la actividad contaminante de esta población podría provocar el equivalente a unos US$44 billones de daños económicos a los países de ingresos bajos y medios-bajos para 2050.

Para no superar el umbral de 1,5-€, definido en el Acuerdo de Paris para evitar los peores efectos del cambio climático, el 0,1% más rico deberá bajar sus emisiones en 99% para 2030.

En 2024, la temperatura media mundial superó por primera vez el límite de 1,5 C acordado, marcando el final de la década más cálida desde que hay registros

«Una influencia injusta»

En el reporte, Oxfam indica que los supermillonarios y sus empresas han ejercido «una influencia injusta en la elaboración de políticas y en diluir las negociaciones sobre el clima».

Esta influencia se ha sustentado especialmente en el poder y la riqueza de esta población. Oxfam detalla que en la COP29 se concedieron acreditaciones «a 1.773 lobistas del carbón, el petróleo y el gas, más que a los 10 países más vulnerables al clima juntos».

Las personas menos responsables del cambio climático (las más pobres, las mujeres, las comunidades racializadas y los pueblos indigenas) son las primeras y
principales afectadas por los efectos del cambio climático. Sin embargo, son quienes tienen menos poder para influir en las respuestas políticas a las crisis
climática y de desigualdad, estrechamente vinculadas entre sí.

Mientras que varios países ricos y con altas emisiones, como Estados Unidos, Reino Unido, Francia, Alemania, «han diluido las leyes climáticas tras recibir grandes donaciones de los lobistas contrarios al clima».

La directora Regional de Oxfam para América Latina y el Caribe, Gloria García-Parra, dijo que la crisis climática en América Latina y el Caribe es también una crisis de desigualdad».

«Mientras las comunidades más vulnerables enfrentan los impactos más devastadores del cambio climático, los sectores mas ricos continúan financiando y beneficiándose de la destrucción ambiental», manifestó García-Parra. » Esta injusticia no solo es moralmente inaceptable, sino que pone en riesgo el futuro de toda la región’, concluye García-Parra».

Cambiar el rumbo

Oxfam propone reducir drásticamente las emisiones de los superricos mediante impuestos a la riqueza extrema y a los beneficios de las empresas de combustibles fósiles, apoyando la cooperación fiscal internacional.

La ONG cree que un impuesto global del 60% al 1% más rico podría recortar emisiones equivalentes a las del Reino Unido y generar unos US$6,4 billones.

También se busca limitar su influencia política y económica, excluyendo a las empresas contaminantes de negociaciones climáticas, aplicando normativas de sostenibilidad y rechazando acuerdos que prioricen intereses privados sobre el bien común.

Además, se enfatiza en la participación activa de la sociedad civil y de los pueblos indígenas en la toma de decisiones climáticas y la distribución equitativa del presupuesto climático, asegurando que los países ricos financien medidas ambiciosas.

La propuesta de Oxfam también apunta a desarrollar un «sistema económico equitativo que anteponga a las personas y al planeta», promoviendo sostenibilidad e igualdad.