La clave estaría en el amoníaco que se desprende de los desechos de las aves y que termina formando nubes. Esta conexión desconocida otorga aún más importancia a la protección de las especies endémicas del continente blanco. Fuente: Meteored, 25 de mayo de 2025.
¿Qué tiene que ver el guano de pingüino con el cambio climático? Aunque suene extraño, más de lo que se pensaba, señala un nuevo estudio liderado por especialistas en ciencias atmosféricas, que sugiere que los desechos de las aves endémicas de la Antártica pueden llegar a cambiar el clima local.
La investigación, publicada en Communications Earth & Environment, detalla que el guano podría estar mitigando los efectos del cambio climático en la Antártica al fomentar la formación de nubes, que reflejan radiación de vuelta al espacio y bajan la temperatura en la zona. Todo esto, debido al amoníaco que desprenden los desechos de los pingüinos.
El amoníaco (NH3) es un gas que en la atmósfera acelera la formación de aerosoles, partículas que facilitan la formación de gotas de agua o cristales de hielo que componen las nubes.
Si bien el proceso de formación de nuevas partículas no requiere estrictamente del amoníaco para su desarrollo, el gas acelera considerablemente su velocidad, haciéndolo “hasta 1000 veces más rápido”, explica Matthew Boyer, investigador del Instituto para la Investigación Atmosférica y Sistema Terrestre de la Universidad de Helsinki, Finlandia.
¿Cómo llegaron a descubrir el link del guano con la formación de nubes? El equipo estudió fundamentalmente una colonia de pingüinos Adelia (Pygoscelis adeliae) en los alrededores de la Estación Marambio, de Argentina en la Antártida. Entre el 10 de enero y el 20 de marzo de 2023 desarrollaron una campaña intensiva de mediciones atmosféricas.
Además, tenían instrumentación capaces de evaluar el potencial de las partículas para la formación de nubes y un instrumento que les informaba sobre las gotitas de las nubes una vez formadas en la atmósfera.
“Otras especies de pingüinos, aves marinas e incluso focas son una fuente de amoníaco, y las colonias de estos animales se encuentran alrededor de la costa de la Antártida. La fortaleza de nuestro estudio es que nos ubicamos cerca de la colonia descrita en el artículo, de modo que pudimos medir los procesos atmosféricos que ocurren río abajo. Pero esperamos que estos procesos sean relevantes a lo largo de toda la costa de la Antártida, dada la distribución de estas colonias de pingüinos/aves marinas”, indica el investigador.
Hubo un día en que el efecto del guano en las nubes fue particularmente intenso. Según detallan en el artículo, el 1 de febrero de 2023, hubo un evento muy fuerte de formación y crecimiento de nuevas partículas asociado al amoníaco procedente de las colonias de pingüinos. Ese día, las partículas crecieron durante cerca de 6 horas y fueron seguidas por un período de niebla.
Al analizar la composición química de los residuos de gotas de nubes, detectaron que era casi exclusivamente sulfato de amonio, lo que, según los autores, confirma la participación del amoníaco procedente de los pingüinos en la formación de la niebla.
Un evento similar se repitió cuando el viento sopló desde la dirección de la colonia de pingüinos y el número y tamaño de las partículas de aerosol registradas en el sitio aumentaron drásticamente. Aproximadamente tres horas después de que cambió el viento, observaron un período de niebla que, según ellos, fue probablemente resultado del aumento de la concentración de partículas de aerosol.
“Determinar la magnitud y dirección (enfriamiento o calentamiento) de los impactos climáticos de las nubes que se forman están fuera del alcance de las mediciones reportadas en nuestro estudio, pero podemos decir que observamos evidencia de que los pingüinos influyen en las nubes, y estas nubes, de hecho, impactarán el clima local en la Antártida. Cuantificar el impacto radiativo de estas nubes es un siguiente paso importante”, enfatiza el investigador.
– Artículo en Communications Earth & Environment. Penguin guano is an important source of climate-relevant aerosol particles in Antarctica.