Los ejes centrales del documento de ministros de Agricultura del G20: cambio climático, libre comercio y cuidado de los suelos

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Los ministros también asumieron el compromiso de contribuir a mejorar la seguridad alimentaria y nutricional mundial. Por otro lado, el ministro de Agroindustria de Argentina, Luis Miguel Etchevehere, continuó con reuniones bilaterales

La reunión de Ministros de Agricultura del G20 finalizó en la tarde de este sábado en el Palacio San Martín, Argentina. Durante dos días de sesiones de trabajo, los ministros alcanzaron un consenso unánime sobre diferentes temas de la agenda de agricultura y producción.

En un documento, que ahora será girado a los líderes del G20 en noviembre próximo para su tratamiento, los ministros asumieron el compromiso de contribuir de manera activa a mejorar la seguridad alimentaria y nutricional mundial mediante el aumento de la producción y de los ingresos agrícolas y la promoción de un manejo sostenible de los recursos naturales. También hay un posicionamiento de los ministros sobre el cambio climático y el libre comercio.

Sobre el cambio climático, y luego de la decisión tomada por los Estados Unidos de retirarse del Acuerdo de París, los ministros de Agricultura del G20 declararon que dicho Acuerdo «es irreversible», y agregaron, «hay que respetar el compromiso asumido por los países desarrollados para con la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático en pos de brindar los medios de implementación necesarios para asistir a los países emergentes en sus acciones de mitigación y adaptación conforme a los resultados del Acuerdo de París».

Otra mención destacada de la declaración final de la reunión de Buenos Aires, es sobre la necesidad de contar con un libre comercio. En ese sentido los ministros transmitieron su preocupación sobre «el creciente uso de medidas no arancelarias proteccionistas, incongruentes con las reglas de la OMC» y expresaron: «Nos comprometemos a basar nuestras medidas sanitarias y fitosanitarias en los reglamentos técnicos y en las normas, directrices y recomendaciones internacionales importantes, o en una evaluación de riesgos según las circunstancias».

Además, los ministros precisaron que evitarán «cualquier obstáculo innecesario que pueda entorpecer el comercio internacional. En este contexto, celebraremos y respaldaremos la iniciativa de la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE) de crear un observatorio que supervise la implementación de sus normas a nivel nacional o regional, a fin de identificar las dificultades y las restricciones de sus miembros y proponer soluciones. Celebramos y respaldamos también la decisión de la Convención Internacional de Protección Fitosanitaria (CIPF) de crear una base de certificación fitosanitaria electrónica mundial (ePhyto) como mecanismo concreto y eficaz de facilitar el comercio internacional».

Alimentos

Una parte central del documento de Buenos Aires sostiene el compromiso de los ministros de Agricultura del G20 de «trabajar en conjunto para alcanzar las metas de terminar con el hambre y promover la agricultura sostenible, a fin de lograr un futuro alimentario sostenible», una de las tres prioridades definidas por la presidencia argentina del grupo. Se reconoce el papel central de los países del foro en el sistema alimentario global y «la responsabilidad de contribuir de manera activa para mejorar la seguridad alimentaria y nutricional mundial mediante el aumento de la productividad y de los ingresos agrícolas, y la promoción de un manejo sostenible de los recursos naturales».

Hay una preocupación de los ministros por un freno en la disminución del hambre a nivel mundial, que en la actualidad afecta a 815 millones de personas, y al respecto afirmaron que la lucha contra este flagelo y la desnutrición «sólo puede abordarse de manera colaborativa, compartiendo opiniones y experiencias al respecto, coordinando acciones y sumando los esfuerzos de todos los actores nacionales e internacionales».

En otro parte del documento se hace mención a la importancia que tienen las empresas agrícolas familiares, los pequeños productores, las mujeres y los jóvenes que viven en zonas rurales. Los definieron como «actores importantes en la lucha contra la inseguridad alimentaria y la desnutrición en todas sus formas». Pero advirtieron que se necesitan medidas para lograr un desarrollo integrado, inclusivo y equitativo, y para proteger a los grupos vulnerables y en desventaja. Esas medidas son:

1) Mejorar las oportunidades de diversificar la producción de alimentos agrícolas y aumentar la productividad, la producción, los ingresos y el empleo de manera sostenible.

2) Mejorar su integración en las cadenas de valor relacionadas y en mercados transparentes y eficaces.

3) Garantizar y promover la seguridad y la calidad de los alimentos de acuerdo con lo estipulado por las normas acordadas a nivel internacional.

4) Mejorar el manejo regenerativo y sostenible de las tierras, los suelos y el uso sostenible de la biodiversidad.

5) Mejorar la adaptación a las cambiantes condiciones ambientales, como los cada vez más frecuentes acontecimientos climáticos extremos, e impulsar la resiliencia.

6) Reforzar la infraestructura que se necesita para el desarrollo integrado de las zonas urbanas y rurales, y la conectividad agrícola.

7) Brindar educación de calidad y crear entornos propicios para aumentar el empleo.

8) Fortalecer el acceso al sistema financiero, a los instrumentos de gestión de riesgos y a los mercados de productos.

9) Incentivar investigaciones y tecnologías nuevas que aumenten la productividad y la sostenibilidad, en especial, aquellas que brindan oportunidades a los jóvenes de las zonas rurales, y promover el acceso a dichas investigaciones y tecnologías.

Tecnologías y suelos

Los ministros de Agricultura del G20 acordaron que las tecnologías, información y comunicación contribuyen a la productividad, seguridad alimentaria, y en la promoción de una agricultura sostenible.

En el tema suelos, afirmaron que los mismos tienen que estar sanos para «fortalecer el rol de la agricultura en el desarrollo humano y como buenos administradores de recursos, confirmamos nuestra responsabilidad de proteger los suelos, el agua y la biodiversidad frente a la degradación, la pérdida y la contaminación. Reconocemos que un suelo en buen estado es un recurso natural esencial y no renovable, y que tiene un rol central en la producción de alimentos, en la reducción de las consecuencias de los acontecimientos climáticos extremos y frecuentes, y en los servicios esenciales de los ecosistemas. Un manejo y uso sostenible de los suelos es crucial para que la agricultura contribuya con el desarrollo sostenible en todas sus dimensiones. Estas funciones esenciales del suelo se ven amenazadas por la degradación en varias regiones».

Etchevehere sigue con su agenda bilateral

El Ministro de Agroindustria, Luis Miguel Etchevehere, mantuvo este sábado encuentros bilaterales con autoridades de Alemania y la Federación de Rusia.

En la reunión con la Ministra Federal de Alimentos de y Agricultura de Alemania, Julia Klockner, se resaltó la importancia del multilateralismo y el comercio abierto y con el Viceministro de Agricultura de la Federación de Rusia, Sergey Levin, se firmó un Memorando de Entendimiento para la Cooperación en materia de Biotecnología y Bioseguridad.

Durante el encuentro con su par de Alemania, Etchevehere resaltó el trabajo de Argentina en bioeconomía, con un gran potencial en producción de biomasa y experiencias exitosas en la gestión de producciones biológicas. Para eso se acordó un trabajo conjunto de ambos países sobre este tema y acordaron avanzar en la identificación de compañías para desarrollar joint ventures de tecnología para el sector agropecuario.

En su encuentro con el Viceministro Levin, se planteó la situación de la producción de peras y manzanas, donde Etchevehere solicitó la equiparación de las condiciones de acceso al mercado ruso, debido a que el valor de referencia tomado por las autoridades rusas para nuestras frutas es mayor que para otros competidores, como es el caso de la fruta chilena.

También se firmó un Memorando de Cooperación en materia de Biotecnología y Bioseguridad, cuyo objetivo principal será la elaboración de un programa, en el que se determinarán las actividades prioritarias y su implementación.

Por último, la delegación nacional mantuvo un encuentro con la Directora General de la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE), Monique Eliot, en la que el presidente del Senasa, Ricardo Negri agradeció el reciente reconocimiento de Argentina como país libre de Peste Porcina Clásica. Además, ambos coincidieron en el desafío de una mayor y mejor integración de las Universidades y Facultades de Veterinaria con los Servicios sanitarios.

Fuente: Infobae.