Las tímidas victorias y los grandes reveses a nivel climático en el 2020

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Foto: Huffing Post.

En la víspera del quinto aniversario del Acuerdo de París sobre el clima, cuyo objetivo es limitar por debajo de los 2 grados centígrados el aumento promedio de la temperatura mundial, France 24 hace una retrospectiva sobre tres aciertos y tres reveses del año 2020 en la lucha contra el calentamiento global. Fuente: France 24, 12 de diciembre de 2020.


Cinco años después del Acuerdo de París sobre el clima, los signatarios del texto deben reunirse en una cumbre virtual, organizada para el sábado 12 de diciembre por Naciones Unidas, Francia y el Reino Unido.

En la práctica, el texto está lejos de haber sido respetado y los climatólogos siguen observando un aumento sin precedentes de las temperaturas.

France 24 regresa sobre varios eventos importantes que favorecieron la lucha contra el calentamiento global, y otros que, al contrario, aceleraron las emisiones de carbono en el 2020, año marcado por la pandemia de Covid-19.

La derrota de Donald Trump, partidario inquebrantable de las industrias fósiles

La elección en noviembre de Joe Biden en la Casa Blanca le da mucha esperanza a los defensores del medio ambiente. Aunque este último entrará en funciones de manera oficial el 20 de enero de 2021, ya se pronunció a favor de un regreso de Washington al Acuerdo de París.

La aplicación de este texto por Estados Unidos, segundo mayor emisor de gases de efecto invernadero en el mundo detrás de China, podría darle un nuevo impulso a la lucha contra el calentamiento global.

Donald Trump, quien respalda de manera inquebrantable las industrias fósiles, sacó al país del acuerdo al día siguiente de las presidenciales, el 4 de noviembre. Proclive a las teorías que niegan el calentamiento global, el millonario republicano les hizo una publicidad mundial, mientras se proponía reducir las medidas de protección ambientales en su país.

La democracia de Joe Biden debería hacer borrón y cuenta nueva en varias de las decisiones tomadas a nivel ambiental por su predecesor. En particular, aseguró que a partir de su primer día en el despacho oval tomaría medidas para proteger la reserva nacional de fauna del Ártico, en Alaska. Donald Trump autorizó en agosto la extracción de petróleo y gas en ese territorio protegido por unos 75.000 kilómetros cuadrados, poblado por renos y osos polares.

Sin embargo, los compromisos ambientales de Joe Biden tienen límites. Por ejemplo, el presidente electo no quiere detener la controvertida técnica de la fracturación hidráulica, que consiste en extraer petróleo y gas atrapados en el subsuelo inyectando fluidos con mucha presión.

Dinamarca anuncia el fin de sus explotaciones petroleras

El primer país productor de oro negro de la Unión Europea anunció el 4 de diciembre el fin de toda explotación de petróleo y gas en el mar del Norte para el 2050, en el marco de sus esfuerzos por convertirse en un modelo de transición energética.

Esta decisión, aplaudida por Greenpeace Danemark, llega en el momento justo para la cumbre de aniversario del Acuerdo de París, cuando se sabe que las empresas petroleras y de gas son responsables de más del 40% de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero.

La producción de gas también se volvió mínima, con 3.2000 millones de metros cúbicos el año pasado. Por otro lado, Dinamarca se abstuvo de incluir a Groenlandia en esta medida, isla semiautónoma que depende de Copenhague. Allí habría grandes cantidades de recursos petroleros inexplorados que podrían volverse accesibles a causa del cambio climático en los próximos decenios.

Reducción de las emisiones de CO2 a causa de la pandemia

Aunque la crisis de Covid-19 ha provocado la muerte de más de 1.590.000 personas en el mundo, también ha hecho descender drásticamente las emisiones de CO2.

La disminución de los desplazamientos, de la actividad industrial y de la producción de electricidad debería culminar en una reducción del 7% de esas emisiones en el 2020, lo cual sólo tendrá como consecuencia una reducción de 0,01ºC de la temperatura para 2050, según los datos del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA).

Siendo así, resulta muy bajo el impacto sobre el calentamiento global, que continúa de manera inexorable. En sus conclusiones de diciembre sobre el estado del clima en el 2020, la Organización meteorológica mundial anunció que el año que termina está a punto de convertirse en el segundo más caliente en haber sido registrado. A pesar de la pandemia el planeta todavía se dirige hacia un calentamiento de 3ºC.

La ONU expresó el anhelo de que la crisis de coronavirus pudiese servir para la implementación de una verdadera «reactivación verde», en particular con un apoyo directo y masivo para las infraestructuras y las tecnologías descarbonizadas, una reducción de las subvenciones para las energías fósiles, el fin de las centrales de carbón, el desarrollo de «soluciones basadas en la naturaleza» y la reforestación de gran envergadura.

Pero Nada es menos seguro si se le cree a la lista no exhaustiva de los mayores reveses del año, registrados por France 24, en la lucha contra el calentamiento global.

Multiplicación de las centrales de carbón «made in China»

Desde Indonesia hasta Zimbabwe, China, primer contaminador mundial, multiplicó en el 2020 los proyectos de centrales de carbón en el extranjero.

A modo de recordatorio, el carbón, del que China tiene reservas importantes, es el causante del 40% de las emisiones mundiales de CO2. Aún así, empresas chinas construyen actualmente centrales de carbón con una capacidad total de 19,6 gigawatts (GW), con un presupuesto de casi 21.000 millones de euros, previno el Global Development Policy Center de la Universidad de Boston. Entre esos proyectos se encuentra la central de Sengwa, en Zimbabwe, una de las más grandes de África, y al menos ocho fábricas en Pakistán.

Además de esos lugares ya en construcción, se están planeando proyectos con una capacidad total de 56 GW. En total, esas centrales emitirían 115 millones de toneladas de CO2 cada año hacia la atmósfera.

Sin embargo, hay una buena noticia para los defensores del clima: por la pandemia de Covid-19 y sus graves consecuencias económicas, varios proyectos se detuvieron o sencillamente fueron anulados, en particular en Egipto, Bangladesh y Kenia.

La deforestación en la Amazonía conoce su peor año

Bajo la Presidencia de Jair Bolsonaro, el pulmón verde del mundo perdió más de 11.000 km2 en el 2020, algo no antes visto en 12 años. Se trata de una superficie que equivale a la de países como Qatar o Montenegro.

Este triste récord representa un aumento del 9,5% de la deforestación en relación con el año pasado. Es muy superior al precedente, que se remonta a 2018, un año antes de la llegada al poder de Jair Bolsonaro. En esa época, se talaron 7.536 km2.

Desde el comienzo de su mandato, el presidente brasileño de extrema derecha debilitó la agencia de medio ambiente Ibama e hizo un llamado para aumentar el desarrollo del comercio agrícola y la explotación minera en la región amazónica. Medidas que, según él, deben permitirle a la región salir de la pobreza. Para los defensores del medio ambiente, la población local simplemente fue incitada a explotar la selva tropical.

Los bancos franceses siguen financiando energías fósiles

En un informe publicado el 10 de diciembre, 19 ONG acusan a las finanzas internacionales, en particular a los bancos franceses, de agravar la crisis climática al seguir respaldando proyectos de emisores de CO2.

Según ese informe desencriptado por Reporterre, los bancos e inversores franceses acordaron 104.000 millones de euros en financiamiento y 18.000 millones de euros en inversión a proyectos contaminantes.

«Tres bancos franceses -BNP Paribas, Société Générale y Crédit Agricole- todavía están entre los 20 mayores financiadores mundiales de la expansión de las energías fósiles», indican las ONG les Amis de la Terre y Reclaim Finance.

Entre los proyectos financiados por los bancos mundiales, el informe muestra «12 grandes grupos de energías fósiles» repartidos en todos los continentes. «Si salen a la luz, estas doce bombas climáticas consumirían por sí solas el 75 % del presupuesto de carbono disponible para mantenerse por debajo del límite de +1,5 ºC», estima el consorcio de asociaciones.


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Etiquetas: cambio climatico Destacado